La ciencia trasladada al plano de la actual ficción acostumbra a mostrarnos escenarios apocalípticos y deshumanizados en los que, por unas o por otras,la sociedad siempre acaba un poquito peor de lo que ya estaba. James Ward Byrkit, artista gráfico responsable de los storyboards de películas como 'Los Piratas del Caribe', 'Baby Driver' o 'Rango', y director de la célebre cinta de culto Coherence (2013), busca ofrecernos ahora otra visión del género a través de su nuevo proyecto: la antología de cuatro episodios Shatter Belt. Cuatro relatos independientes en los que Byrkit se plantea sin prejuicios ni miedos el riesgo de ahondar en temas a priori tan inaccesibles como la física cuántica o los universos paralelos desde la más cercana de las ficciones. Realidades plausibles, al tiempo que surreales y utópicas, donde se nos plantearán cuestiones humanas y existenciales que pondrán a prueba nuestro cerebro y los engranajes del mismo. Por el momento, Filmin se ha hecho con los derechos en nuestro país de los cuatro episodios que corresponden a la primera temporada de Shatter Belt, aunque la intención tanto por parte de la plataforma como de su responsable -especialmente, tras la buena acogida del proyecto en la pasada edición de Sitges- es que la serie continúe creciendo y expandiendo su sofisticado y enigmático imaginario con más entregas en el futuro. De hecho, el propio James nos cuenta en nuestra charla con él que ya tiene ideas guardadas para muchos más episodios. La verdad es que siempre he trabajado con equipos muy reducidos. Para 'Coherence', sin ir más lejos, éramos tres o cuatro personas fijas envueltas en el proyecto, así que hacerme cargo de tantas responsabilidades para 'Shatter Belt' no se ha sentido nuevo para mí. Me gusta que así sea, de hecho. Es fantástico ver como, a partir de un grupo pequeño de gente, una idea puede terminar haciéndose grande. Las condiciones del formato, tratándose de una serie antológica y no de una película, han facilitado también el trabajo autónomo. Algo que no ha cambiado en mi forma de trabajar es que siempre cuento con los recursos que tengo a mano y con la gente que se encuentra próxima a mí. Como mi vecina Laura, que jamás había producido nada hasta la fecha, pero tras su labor aquí tengo la sensación de que la veremos trabajando mucho más en el futuro. Veo el resultado ahora como una gran sopa en la que cada parte involucrada ha ido depositando en su interior un ingrediente diferente, ¿me explico? Y cuando eso se hace con amor y buenas intenciones, pueden suceder verdaderos milagros incluso en las condiciones menos favorables. ¿No me digas? [risas]. Wow, apenas me acordaba ya ese film, aunque sí recuerdo que fue tan divertido como duro animar muchas de sus secuencias. Vaya recuerdo desbloqueado me acabas de regalar...Entrevista a James Ward Byrkit
La serie está creada y también dirigida por ti. ¿Cómo has llevado lo de hacerte cargo de tantas responsabilidades por cuenta propia?
Mucho antes de esta serie y de dirigir 'Coherence', sabemos que estuviste envuelto en el proceso de animación y creación de storyboards de muchas películas. Una de ellas, de hecho, está en el top de las que más veces he visto de pequeño: 'Un ratoncito duro de roer'.
Ya me imagino. Después, por supuesto, vinieron tus colaboraciones con Gore Verbinski. ¿Dirías que ese trabajo previo ha condicionado de alguna forma el tipo de realizador que eres ahora?
Oh, definitivamente. Creo que no podría hacer lo que actualmente hago, o al menos no de forma tan rápida y precisa, sin haber tenido ese bagaje previo trabajando como artista de storyboards. Y mira, ‘Un ratoncito duro de roer’ es un buen ejemplo de ello, por la ingente cantidad de frames que tuve que dibujar para aquella película. Un proyecto tan arduo como ese te curte, créeme. Y luego, como bien mencionas, el trabajo posterior con Gore Verbinski fue clave para mi formación y junto a él aprendí muchísimo. Es un maestro de lo visual y su capacidad para dibujar composiciones y secuencias es única. Con los años, creo que todo eso ha permeado en mi trabajo personal como director y poco a poco soy capaz de seleccionar mejor los ángulos desde los que disparo y armar mejores composiciones para mis historias. O al menos eso me gustaría creer [risas].
La cosa es que 'Coherence' tuvo una gran acogida, pero hemos tenido que esperar más de 10 años para volver a verte dirigiendo como tal. ¿A qué crees que se ha debido esta demora?
Créeme que he intentado regresar mucho antes. Tan pronto como 'Coherence' se estrenó y comenzó a cosechar adeptos, continué escribiendo y pitcheando mis ideas a todo aquel que quisiera oírlas. Pero la verdad, y desde el corazón te digo, no he tenido la mejor de las suertes. Siempre que un proyecto parecía marchar, algo horrible terminaba sucediendo y la propuesta se iba al garete. Y así, durante diez descorazonadores años en los que he tenido que pelear mucho para sacar adelante ideas que se merecían mucho más. Por ello, llegó un punto en el que me di cuenta de que no podía seguir haciendo las cosas "al estilo de Hollywood", ¿me explico? Si quería lograr algo, tenía que hacerlo a mi manera. Ya sabes, coger una cámara, llamar a mis amigos y empezar a hacer que pasaran cosas sin depender del visto bueno de nadie más. No es fácil abrazar esta mentalidad, pero tan pronto como lo logras descubres que no hay nada tan imposible como otros quieren hacerte creer.
Ya que hablamos de 'Coherence', me gustaría saber qué clase de cosas aprendiste de aquel rodaje que ahora te han servido para dar forma a las historias que vemos en 'Shatter Belt'.
Creo que la lección más importante que aquella película me dio fue la de aprender sobre la inabarcable forma que tiene el público de interpretar una misma historia. Como creador eso es un gran incentivo, ya que te obliga a ponerte en la piel de cada espectador y a entender en qué niveles va afectar aquello que les cuentes. Por ejemplo, y hablando de 'Coherence', hay gente que solo se focalizaba en las relaciones interpersonales de sus protagonistas, mientras que otros se fijaban más en los detalles científicos de la trama. Con 'Shatter Belt', sin embargo, hemos intentado proponer ideas inclusivas en las que ambas esferas narrativas vayan de la mano y lograr así que cualquier tipo espectador pueda sacar algo del visionado.
Algo que sin duda heredas también de 'Coherence' es la participación de Emily Baldoni y Hugo Armstrong en la serie, quienes protagonizaron la película y regresan ahora para uno de los episodios de 'Shatter Belt'.
Fue maravilloso contar con ellos de nuevo. Cuando estaba escribiendo el episodio, junto a Alex Manugian que también figuró en aquella película, le pregunté quién creía que podía interpretar el papel femenino protagonista, que como bien sabes es una rastreadora de dispositivos de Inteligencia Artificial. Alex no se lo pensó dos veces y puso el nombre de Emily sobre la mesa, y automáticamente fue como un acuerdo mutuo entre ambos para lograr que así fuera. Pero claro, Emily llevaba tiempo fuera de la actuación, es madre de dos niños y no sabíamos cuál iba a ser su respuesta. Por suerte, se mostró totalmente abierta a hacerlo y fue un reencuentro precioso. Lo mismo que con Hugo, quien se comprometió con su papel desde el primer momento. Consciente de la naturaleza robótica de su personaje y de que iba a tener varias escenas sin camiseta, se dedicó varias semanas a comer sano y a hacer ejercicio, a fin de lucir tan esculpido y fibrado como le vemos en el capítulo. Cuando te dedicas a esto, es un lujo tener amigos así.
Hablando ya de los episodios de 'Shatter Belt', ¿te preocupó en algún momento estar escribiendo historias que fueran demasiado complejas para el espectador medio?
Lo cierto es que no, ¿tú tuviste problemas para entender alguno de ellos?
No tanto como eso, pero sí que es cierto que no es el tipo de ficción que uno puede ver desconcentrado.
Sí, en eso tienes toda la razón. Son episodios muy exigentes con el espectador y que de algún modo obligan a que este esté atento al relato desde la primera línea, de lo contrario es muy fácil perder el foco y acabar confundido. Desde el principio supe que iba a ser un show mucho más complejo que un mero true-crime al uso o una película navideña, eso está claro. Pero también quisimos acercar esas ideas y esas grandes cuestiones existenciales al lenguaje más popular, como por ejemplo vemos en ‘Immotus’, el segundo episodio… Para esa historia nos preguntamos “si existe alguna regla universal o algún tipo de fuerza cósmica que no podemos ver con nuestros propios ojos, ¿cómo la representaríamos?” Y la conclusión fue a través de un objeto que, por alguna razón, nadie puede tocar. Y eso trajo consigo multitud de propuestas de lo más divertidas que ahora espero de corazón que la gente sea capaz de entender e incluso de utilizar como referencia para comprender mejor ciertas ideas.
¿Cuál es tu verdadera relación con la ciencia, más allá del papel de esta en tu trayectoria cinematográfica?
Bueno, supongo que siempre fui un niño muy curioso que no podía evitar hacerse preguntas sobre el origen del universo. Qué hacemos aquí, de dónde venimos, a dónde vamos… Y creo que a partir de ahí desarrollé una gran pasión por la ciencia, pues cuanto más profundizas en sus diferentes temas, más te aproximas a las respuestas de ciertos interrogantes filosóficos, espirituales e incluso teológicos de nuestro día a día. Como creativo, eso me llevó irremediablemente a entrar en contacto con la ciencia-ficción, que es sin duda la forma más creativa y atractiva de acercar estas ideas al público generalista. Y ahora, ya de mayor, procuro mantenerme continuamente informado sobre esos grandes interrogantes que asolan nuestra existencia, pues son temas que de alguna u otra forma siempre acaban rimando con problemas de nuestro día a día.
Ya que hablas de grandes preguntas... ¿Te gustaría que 'Shatter Belt' tuviera continuidad?
Por supuesto, ese es mi gran sueño, mi esperanza y mi fantasía. De hecho, ya tengo como seis o siete episodios terminados. Cada mañana me despierto con ideas nuevas que convierto en relatos con mucho potencial y que espero que en el futuro vean la luz de forma oficial. Pero ya sabes, todo es cuestión de recibir los apoyos y las ayudas financieras necesarias para hacerlo posible. Sería muy feliz si consigo dedicarme durante los próximos 10 años de mi vida a ‘Shatter Belt’. Tenemos historias muy ambiciosas que nos encantaría hacer realidad… Un relato apocalíptico, un episodio navideño, un capítulo muy divertido y vigente en el que vemos a un robot acusado de mala conducta... No sé, la propuesta de la serie nos ha demostrado a todos dar mucho de sí. Y algo que nos llena mucho es escuchar que la gente quiere volver a ver un episodio que ya ha visto porque estos están llenos de matices que en un primer visionado se le han escapado, y eso es algo que nos llena mucho. Creo que esa es una de las grandes diferencias que tiene nuestra serie con respecto a otros productos de ciencia-ficción actual, donde lo que se le propone al espectador son realidades un tanto depresivas y sin gusto.
Me lo pones a huevo para que te pregunte por cómo ves el estado actual de la ciencia-ficción en plataformas de streaming. Hay algunas que no dan tregua y se cargan sus shows a la primera de cambio.
Bueno, ya que tú mismo lo mencionas, Netflix en particular parece que tiene un gran problema a la hora de hacer que sus series de ciencia-ficción logren una determinada continuidad. En general, diría que casi todas las plataformas hacen actualmente un tipo de ciencia-ficción muy oscura, casi deprimente y sin sentido del humor, que termina por aburrir a la audiencia con infinidad de episodios que no van a ninguna parte. ‘Shatter Belt’, por su parte, juega en otra liga. En lugar de coger una misma idea y estirarla durante diez episodios, tenemos diez ideas que pueden ser disfrutadas en menos de media hora, aligerando al espectador la carga narrativa y la obligación de comprometerse a seguir algo con dictatorial fidelidad. Es curioso que saques este tema, porque evidentemente tras la realización de esta serie hemos tenido que lidiar con ejecutivos que no tenían ni idea de ciencia-ficción, incluso aun estando al mando de la sección de ciencia-ficción de sus plataformas [risas]. Si me preguntas, creo que los productores y ejecutivos de este tipo de propuestas deberían de ser nerds que realmente amen la ciencia-ficción y sepan exactamente el tipo de producto que una audiencia apasionada por estos temas quiere, pero por desgracia no hemos tenido la suerte de toparnos con nadie así hasta el momento. Así que supongo que hasta que eso cambie, seguiremos viendo proyectos de ciencia-ficción insípida, deprimente, oscura y sin sentido del humor condenados a ser cancelados tras su primera temporada.